Yo siempre quise tener un perro, sin embargo mi mamá nunca me lo permitio. Decia que era demasiado trabajo, ademas de la responsabilidad, sin contar con el costo de la comida, los baños, la visita al veterinario, entrenarlo y mil cosas mas que impidieron que de pequeño pudiera consolidar mi sueño de tener mi poprio can, y tuve que consolarme con caminar al lado de cualquier perro callejero, alucinando que era mio y me acompañaba al mercado o a donde tuviera que ir.
Esto resultaba un problema, porque los perros vagabundos son desconfiados ( y quien no lo seria si te patean cada 15 min) y casi siempre me querian morden, y cuando no querian morderme era porque ya lo habian hecho. Adicionalmente que si tratas de caminar al lado de un can de la calle, terminaras llegando a un basurero o indefectiblemente perdido, ya que no es usual que a los vagabundos se les de por ir a la bodega o al colegio donde estudias.
Llegue muy temprano a la conclusion de que la unica forma de conseguir mi preciada mascota, era o esperar a ser adulto y vivir solo o, encontrar un super perro, cosa que me parecia imposible; bueno, eso pense hasta conocer a Beethoven, el perro de Silvia y Alfonso.
Continuara......
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